Para contribuir a la salvación de la juventud, “la porción
más delicada y
valiosa de la sociedad humana”,
el Espíritu Santo, con la intervención materna de María, suscitó a san Juan
Bosco. Y para que esta misión perdurara, el santo fundó dos institutos
religiosos, los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora y luego también
enroló a los laicos fundando la Asociación de los Salesianos Cooperadores; que
en la actualidad,
están extendidos y trabajan en todo el mundo.
SER SALESIANO COOPERADOR NO ES
PERTENECER A UN GRUPO PRIVILEGIADO, SINO
UNA VOCACIÓN DE DIOS QUE LES INVITA A SANTIFICARSE EN SU VIDA ORDINARIA
ASUMIENDO LO QUE APASIONABA A SAN JUAN
BOSCO: LA SALVACIÓN DE LOS JÓVENES Y DE LAS CLASES POPULARES.
El domingo 6 de marzo de 2016, como cierre del Encuentro Zonal en Constancia, Sinaloa; se celebró la
Eucaristía donde seis nuevos hermanos, realizaron su promesa
solemne, comprometiendo a ser fieles a lo que prometieron para construir una bella comunidad
cristiana y salesiana.
Les pedimos ahora, que pidamos a Dios por los que han hecho su promesa y por todos los que formamos parte de nuestra Asociación, para vivir a fondo nuestra vida cristiana y para asumir la misión de don Bosco
para la salvación de los jóvenes.
Felicidades a:
Clara Haydée Guerrero Rojo, del Centro San Francisco de Sales, Constancia y
Pablo Verdugo Cota, Hilda Judith Rentería Gómez, Sergio Estrada Aviña, Adrián
Verástica Valenzuela y María de Jesús
Pérez Corral; todos del Centro María
Auxiliadora Reina del Valle de Los Mochis, Sinaloa.
Don Bosco el 15 de julio de 1886 afirmaba: “No es Don Bosco ¡Es la mano de Dios que se sirve de los Cooperadores!.. Esta obra se extenderá por todos los países y se difundirá por toda la cristiandad...Los Cooperadores serán los que ayudarán a promover el espíritu católico. Será una utopía mía, pero la sostengo”.